En un giro significativo para la industria aeronáutica, Boeing se prepara para enfrentar un juicio civil en un tribunal de Chicago comenzando el 7 de abril de 2025, relacionado con el fatal accidente del Boeing 737 MAX 8 de Ethiopian Airlines en 2019. Este juicio marca el primer enfrentamiento judicial de la empresa por los trágicos sucesos que resultaron en la muerte de todos los 157 pasajeros y tripulantes a bordo.
El accidente del 737 MAX 8 de Ethiopian Airlines, ocurrido el 10 de marzo de 2019, justo seis minutos después de despegar del Aeropuerto Internacional de Addis Ababa-Bole con destino a Nairobi, Kenia, sentó un precedente alarmante en la seguridad aérea global. Para el sector aeronáutico en México y alrededor del mundo, este incidente y sus consecuencias legales son de suma importancia, ya que resaltan las implicaciones críticas de la seguridad y la responsabilidad en la aviación comercial.
La demanda civil, presentada por familiares de las víctimas del accidente, acusa a Boeing de negligencia y muerte injusta, entre otros cargos. Entre abril de 2019 y marzo de 2021, los familiares de 155 de las víctimas iniciaron acciones legales contra la empresa.
El juicio, que se espera dure dos semanas, originalmente involucraba a dos demandantes, pero un acuerdo extrajudicial alcanzado el 6 de abril de 2025 resolvió uno de los casos, dejando solo el de Darcy Belanger, un pasajero canadiense de 46 años que viajaba a Nairobi para asistir a una conferencia de la ONU. Belanger era un miembro fundador de la ONG ambiental Parvati Foundation y trabajaba en la construcción.
El sistema de control de vuelo MCAS (Maneuvering Characteristics Augmentation System) de Boeing ha sido identificado como un factor crucial en este y otro accidente similar involucrando un 737 MAX 8 de Lion Air en octubre de 2018, que resultó en la muerte de 189 personas. La investigación concluyó que el software MCAS contenía errores que llevaron a ambos aviones a estrellarse después de que los pilotos no pudieran recuperar el control.
Como resultado de estos accidentes, la flota completa de 737 MAX fue groundada por más de 20 meses mientras se llevaban a cabo investigaciones y se revisaba el software MCAS bajo la estricta supervisión de la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos. Finalmente, en noviembre de 2020, la FAA autorizó el regreso a servicio de los aviones 737 MAX después de las revisiones necesarias.
La aceptación de responsabilidad por parte de Boeing en estos accidentes es un punto crucial. La empresa ha admitido públicamente y en litigios civiles que el diseño del sistema MCAS contribuyó a estos trágicos sucesos. Esto ha llevado a Boeing a pagar miles de millones de dólares en acuerdos extrajudiciales y costos legales relacionados con las demandas civiles presentadas por las familias de las víctimas.
Además, Boeing enfrenta un potencial juicio penal en junio de 2025 en Texas, relacionado con la violación de un acuerdo de prosecución diferida con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Este acuerdo se estableció después de que Boeing admitiera haber engañado a la FAA durante la evaluación del 737 MAX. Un incidente reciente involucrando un 737 MAX 9 de Alaska Airlines que tuvo que aterrizar de emergencia después de que un panel se desprendiera en pleno vuelo, ha complicado aún más la situación legal de la empresa.
El juicio civil que se inicia contra Boeing por el accidente del 737 MAX 8 de Ethiopian Airlines es un recordatorio sombrío de la importancia de la seguridad y la responsabilidad en la aviación. Es esencial asegurar que se mantenga un enfoque constante en la mejora de la seguridad aérea.
Deja una respuesta