El 29 de enero de 2025, un trágico accidente aéreo sacudió a la comunidad aviática global cuando un avión regional Bombardier CRJ700 de PSA Airlines, operando como American Airlines, chocó con un helicóptero Sikorsky H-60 del Ejército de los EE.UU. mientras se aproximaba al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan Washington (DCA). Este incidente, que resultó en la pérdida de 67 vidas, ha llevado a la Administración Federal de Aviación (FAA) a implementar medidas significativas para mejorar la seguridad y el apoyo al control de tráfico aéreo en DCA. A continuación, exploraremos las implicaciones de estas acciones para el sector aeronáutico, especialmente en el contexto mexicano.
Desarrollo del Tema
La FAA ha anunciado un aumento en el apoyo y la supervisión para el equipo de control de tráfico aéreo en DCA. Después del accidente, la FAA ha decidido enviar un equipo de Manejo del Estrés por Incidentes Críticos (CISM) al aeropuerto para ofrecer apoyo confidencial al personal.
Una de las medidas clave es el aumento en el número de supervisores operativos, pasando de seis a ocho, y una reevaluación de los niveles de personal de controladores profesionales certificados en DCA. Además, la FAA revisará la tasa de llegadas horarias del aeropuerto, destacando que las llegadas están altamente concentradas en los últimos 30 minutos de cada hora.
El accidente también puso de relieve problemas preexistentes en la torre de control de DCA. Un informe interno de la FAA indicó que la configuración de personal en la torre de control no era normal para el momento y el volumen de tráfico, con un solo controlador manejando dos posiciones que usualmente son asignadas a dos controladores diferentes.
La FAA también ha implementado restricciones al tráfico de helicópteros en el área sobre el río Potomac alrededor de DCA, las cuales permanecerán hasta que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) complete su investigación preliminar.
Tengamos en Cuenta
La crisis de personal en el control de tráfico aéreo no es un problema nuevo en los Estados Unidos. La FAA y el sindicato de controladores han señalado que la falta de personal es crítica, con un déficit de aproximadamente 3,000 controladores en todo el país. Este déficit ha llevado a horarios extenuantes para los controladores, lo que puede erosionar las márgenes de seguridad en el sistema aéreo nacional.
En el contexto mexicano, aunque el accidente en DCA no tuvo lugar en México, las lecciones aprendidas y las medidas implementadas por la FAA son altamente relevantes. La aviación mexicana enfrenta desafíos similares, incluyendo la necesidad de mejorar la infraestructura y la gestión del tráfico aéreo. La colaboración internacional y el intercambio de mejores prácticas pueden ser cruciales para fortalecer la seguridad aérea global.
Conclusión
El accidente en DCA y las subsiguientes acciones de la FAA resaltan la importancia de la seguridad y el apoyo adecuado en el control de tráfico aéreo. Para la aviación mexicana, este incidente sirve como un recordatorio de la necesidad constante de revisar y mejorar los protocolos de seguridad y la gestión del tráfico aéreo.
La implementación de medidas como el aumento de supervisores, la reevaluación de los niveles de personal y las restricciones al tráfico de helicópteros son pasos significativos hacia una aviación más segura. Es crucial que tanto las autoridades mexicanas como las internacionales sigan de cerca estas desarrollaciones y consideren cómo pueden aplicar estas lecciones para mejorar la seguridad aérea en sus respectivos territorios.
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