En la noche del 11 de febrero de 2025, un incidente alarmante sacudió al aeropuerto internacional Galeão de Rio de Janeiro, Brasil, cuando un Boeing 737 MAX 8 de la aerolínea brasileña Gol Linhas Aéreas Inteligentes colisionó con un vehículo de servicio durante la carrera de despegue. Aunque afortunadamente no se reportaron heridos, este suceso resalta una vez más la importancia de la seguridad en las operaciones aeroportuarias y sus implicaciones para el sector aeronáutico global, incluyendo México.
Introducción
La seguridad aérea es un tema de máxima prioridad en la industria de la aviación, y cualquier incidente que comprometa esta seguridad es de gran relevancia para todos los actores involucrados. El reciente incidente en Rio de Janeiro, donde un Boeing 737 MAX 8 de Gol chocó con un vehículo de servicio en la pista de despegue, es un recordatorio oportuno de las complejidades y riesgos inherentes a las operaciones aeroportuarias. Para el público mexicano, este incidente es particularmente interesante dado que las aerolíneas mexicanas también operan aviones de esta clase y enfrentan similares desafíos de seguridad.
Desarrollo del Tema
El avión, registrado como PS-GPP y operando como el vuelo G31674 con destino a Fortaleza, estaba en la fase de despegue cuando ocurrió la colisión. Según testimonios de pasajeros y grabaciones de audio de la torre de control, todo parecía normal al inicio de la carrera de despegue hasta que se produjo un fuerte ruido y los pilotos abortaron inmediatamente la secuencia de despegue. El vehículo involucrado pertenecía al personal del aeropuerto y se encontraba en la pista activa sin autorización.
La colisión resultó en daños al avión, pero gracias a la pronta reacción de los pilotos y el equipo de emergencia, todos los 167 pasajeros y tripulantes fueron evacuados sin heridos. El aeropuerto, que cuenta con dos pistas separadas, pudo mantener sus operaciones sin interrupciones significativas, desviando los despegues subsiguientes a una pista alternativa.
Tengamos en cuenta
Este incidente no es aislado en la historia del Boeing 737 MAX 8. La aeronave ha estado bajo escrutinio intensivo desde los trágicos accidentes de Lion Air y Ethiopian Airlines en 2018 y 2019, respectivamente, que resultaron en la muerte de 346 personas. Estos incidentes fueron atribuidos a fallos en el sistema de control de vuelo automático Maneuvering Characteristics Augmentation System (MCAS), que fue diseñado para prevenir el estancamiento del avión pero que, en su implementación, presentó graves defectos.
La colisión en Rio de Janeiro subraya la importancia de los protocolos de seguridad en el control de movimientos de vehículos en áreas sensibles como las pistas de despegue. Una investigación detallada es necesaria para determinar si hubo una falla en los protocolos de seguridad o una falta de comunicación entre el personal de tierra y los controladores de tráfico aéreo que llevó al incidente.
Conclusión
El incidente del Boeing 737 MAX 8 en Rio de Janeiro es un recordatorio crítico de la necesidad de mantener estrictas medidas de seguridad en las operaciones aeroportuarias. Aunque no hubo heridos, el suceso pone de relieve la complejidad y los riesgos involucrados en la interacción entre aeronaves y vehículos de servicio en el entorno aeroportuario.
Para la aviación mexicana, este incidente sirve como un llamado a revisar y fortalecer los protocolos de seguridad en los aeropuertos, asegurando que todos los vehículos y personal estén debidamente autorizados y coordinados para evitar situaciones similares. La seguridad aérea es un esfuerzo continuo y colaborativo que requiere atención constante.
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