En un esfuerzo por fortalecer la seguridad aérea y prevenir accidentes causados por colisiones con aves, el gobierno de Corea del Sur ha anunciado la instalación de cámaras termográficas y radares de detección de aves en todos sus aeropuertos. Esta decisión, motivada por un reciente incidente fatal, tiene implicaciones significativas para la industria aeronáutica global y, por extensión, para la aviación en México.
La decisión de Corea del Sur de instalar cámaras termográficas y radares de detección de aves en todos sus aeropuertos sigue un informe preliminar del Ministerio de Tierra, Infraestructura y Transporte (MOLIT) que atribuyó un accidente fatal de un Boeing 737-800 de Jeju Air en el Aeropuerto Internacional de Muan a una colisión con aves.
Actualmente, solo cuatro aeropuertos en Corea del Sur —Incheon (ICN), Gimpo (GMP), Gimhae (PUS) y Jeju International Airport (CJU)— están equipados con cámaras termográficas para la detección de aves. Sin embargo, se planea extender esta tecnología a once aeropuertos adicionales, con el proceso de adquisición iniciando en marzo de 2025 y la implementación completa prevista para 2026.
Además de la instalación de estas tecnologías, los aeropuertos coreanos también incorporarán dispositivos sónicos para ahuyentar aves y aumentarán el número de personal dedicado a la prevención de colisiones con aves. Un audit de seguridad realizado después del accidente de Jeju Air reveló que varios aeropuertos tenían solo una persona asignada a tareas de prevención de colisiones con aves durante la noche y los fines de semana, lo que subraya la necesidad de una mayor presencia de personal.
La estrategia también incluye evaluar la reubicación de instalaciones que puedan atraer aves, como vertederos de basura, lejos de las zonas aeroportuarias.
La detección de aves es un desafío crítico en la aviación global. Las colisiones con aves, conocidas como “bird strikes”, pueden tener consecuencias devastadoras, incluyendo daños significativos a los aviones y, en los peores casos, la pérdida de vidas humanas. La tecnología de detección de aves, incluyendo cámaras termográficas y radares, representa un avance significativo en la mitigación de este riesgo.
En el contexto mexicano, la adopción de tecnologías similares podría ser altamente beneficiosa. México, con su extensa red de aeropuertos y tráfico aéreo significativo, enfrenta desafíos similares en términos de seguridad aérea. La implementación de sistemas de detección de aves avanzados no solo mejoraría la seguridad de los vuelos, sino que también contribuiría a la eficiencia operativa y la reducción de costos asociados con la reparación y mantenimiento de aeronaves dañadas por colisiones con aves.
La decisión de Corea del Sur de instalar cámaras termográficas y radares de detección de aves en todos sus aeropuertos es un paso proactivo y necesario hacia la mejora de la seguridad aérea. Esta iniciativa no solo tiene implicaciones para la industria aeronáutica global, sino que también establece un modelo a seguir para otros países y regiones que enfrentan retos similares en materia de seguridad aérea.
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