En un movimiento que podría tener significativas implicaciones para la industria aeronáutica global, las autoridades rusas están buscando transferir el control del Aeropuerto Internacional de Moscú Domodedovo, el segundo aeropuerto más grande de Rusia, al Estado. Esta iniciativa, anunciada a finales de enero de 2025, pone de relieve las tensiones entre el control privado y el interés nacional en el sector estratégico de la aviación.
Para los aviadores y entusiastas de la aviación en México, esta noticia es particularmente relevante debido a las interconexiones globales de la industria aeronáutica. La lucha por el control de un aeropuerto tan crucial como Domodedovo refleja las complejidades de la regulación aeronáutica, la seguridad nacional y las dinámicas geopolíticas que influyen en la aviación internacional.
Las autoridades rusas, representadas por la Oficina del Fiscal General de Rusia, argumentan que los actuales propietarios del aeropuerto, Dmitry Kamenshchik y Valery Kogan, han violado las leyes rusas al mantener el control de un activo estratégico a pesar de sus ciudadanías extranjeras. Kamenshchik, quien posee ciudadanía turca y de los Emiratos Árabes Unidos, y Kogan, con ciudadanía israelí, han sido acusados de usar una estructura corporativa para ocultar el control extranjero del aeropuerto.
La ley rusa prohíbe a los inversores extranjeros participar en industrias estratégicas relacionadas con la defensa y la seguridad nacional sin la aprobación previa del gobierno. Los fiscales alegan que Kamenshchik y Kogan engañaron a los reguladores al no revelar la verdadera estructura de propiedad y la ciudadanía de Kogan al solicitar la aprobación para transferir el control de activos estratégicos a DME Holding LLC, la empresa que gestiona Domodedovo.
Este no es el primer enfrentamiento entre Kamenshchik y las autoridades rusas. En 2016, Kamenshchik y varios directivos del aeropuerto fueron detenidos brevemente bajo la acusación de no haber implementado medidas de seguridad adecuadas, lo que supuestamente permitió un ataque terrorista en 2011 que resultó en la muerte de 37 personas. Sin embargo, ese caso fue desestimado posteriormente.
La lucha por el control de Domodedovo se inserta en un contexto más amplio de tensión geopolítica y regulación aeronáutica. La importancia de Domodedovo no solo radica en su volumen de pasajeros —más de 20 millones al año— sino también en su papel como base principal para aerolíneas como S7 y Ural Airlines, y su uso por varias otras aerolíneas del Medio Oriente y Asia Central.
Además, la decisión de las autoridades rusas refleja una tendencia global hacia una mayor regulación y control estatal en sectores críticos, especialmente en tiempos de inestabilidad geopolítica. Para la aviación en México, este escenario sugiere la importancia de una regulación clara y transparente, así como la necesidad de equilibrar los intereses privados con las consideraciones de seguridad y soberanía nacional.
La batalla por el control del Aeropuerto de Moscú Domodedovo es un recordatorio de las complejas interacciones entre la propiedad privada, la regulación estatal y la seguridad nacional en la industria aeronáutica. Para los aviadores y entusiastas de la aviación en México, esta noticia subraya la importancia de seguir de cerca las tendencias regulatorias y geopolíticas que pueden influir en la aviación global.
El posible impacto en la aviación mexicana podría ser indirecto pero significativo, ya que las decisiones regulatorias en un país pueden influir en las prácticas y políticas aeronáuticas a nivel internacional.
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