El 2024 ha sido un año lleno de turbulencias para Boeing, una de las compañías aéreas más emblemáticas del mundo. Al cerrar el año, las cifras no han sido del todo alentadoras. Con una receita de 15,2 mil millones de dólares en el cuarto trimestre, la realidad es que la empresa se enfrenta a un prejuízo por acción de 5,46 dólares (GAAP) y un prejuízo principal por acción de 5,90 dólares (no-GAAP).

Estos resultados reflejan los enormes desafíos que Boeing ha enfrentado en los últimos años, donde problemas de seguridad y calidad han sido una constante. La reputación de la compañía se ha visto sacudida por incidentes y tragedias que han minado la confianza del público y de los inversores.

El CEO de Boeing ha tenido que navegar por una tormenta de retos. Desde la prolongada paralización de su avión más vendido, el 737 Max, durante 20 meses, hasta la reciente tragedia en Corea del Sur que cobró la vida de 179 personas, el camino ha sido todo menos sencillo.

Además, la compañía no ha podido escapar de las greves laborales, cuando 33.000 trabajadores interrumpieron la producción del 737 Max y otros modelos. Esta situación ha afectado gravemente la capacidad de Boeing para cumplir con los pedidos, culminando en una reducción del 10% de su fuerza laboral global.

En resumen, los resultados tanto del cuarto trimestre como del año completo de 2024 han estado moldeados por una serie de dificultades significativas: problemas de seguridad y calidad, incidentes trágicos, y el impacto de una greve laboral. A pesar de una receita considerable, el prejuízo ha sido notable, dejando al CEO y a toda la organización enfrentando desafíos que se sienten en cada rincón de Boeing.